No realmente. El objetivo de esta semana, como señala San Agustín en su sermón 218, es renovar nuestra memoria y fortalecer nuestra proclamación de fe en Cristo y su acto redentor. Es un tiempo privilegiado para que, gracias a la participación en las procesiones y ceremonias religiosas, reflexionemos y dirijamos nuestra mirada hacia nuestro Dios hecho hombre que, mendigando nuestro amor, no teme atravesar por la prisión, el calvario y el sepulcro para darnos vida en abundancia.
No dejes pasar esta oportunidad para vivir cada una de las celebraciones que realizaremos en comunidad.
Además de vivir las celebraciones de la Cena del Señor, la Pasión del Señor y la Vigilia Pascual; te invitamos a prestar atención a estos signos que también evocan los gestos y las palabras de Cristo, y que nos ayudan a tomar conciencia de su amor por cada uno de nosotros.
- El lavatorio de los pies: Recordamos el conmovedor gesto de Jesús en el cual, presentándose como nuestro Servidor, nos muestra cómo se vive el Doble Mandamiento del Amor.
- Vía Crucis: Es el camino de la misericordia. No seamos simples espectadores, sino que acompañemos a Jesús para que renovemos nuestro compromiso de vivir nuestra vida a ejemplo de Cristo que no se da por vencido en el camino, sino que llega hasta el final por amor a nosotros.
- Renovación de las promesas bautismales: Recordamos nuestra opción por Cristo y nuestras renuncias a aquellas obras que no aportan a la construcción de una civilización del amor.
Desde Pastoral Universitaria de UNICERVANTES te invitamos a vivir una Semana Santa de mucha reflexión y unión familiar.
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