La especie humanidad es comprendida como un ser con un amplio deseo o intención de interacción social, que desde el nacimiento se encuentra con la necesidad que tienen todas las personas de relacionarse con otras para desarrollarse plenamente, lo cual es expresado por el filósofo Aristóteles se resume en que “El hombre es un ser social por naturaleza”, descrito así por sus constante afán de formar relaciones interpersonales de diferente índole, con la cual construir proyectos, suplir necesidades y en cuyo seno moldean sus pulsiones entre intereses individuales e intereses colectivos, esto finalmente configurando en un constante ciclo de practica social.
Para algunos autores la practica social se entiende como un espacio donde los sujetos se dinamizan, se recrean y construyen acuerdos, últimos que se configuran en campos de fuerza y relaciones de poder que atraviesan este escenario en los diferentes contextos en los que acontecen y desde las significaciones que las comunidades tienen sobre el mundo, el ser humano, la vida y la muerte y que definen las formas de ser/hacer, decir/representar de los actores de un grupo social..
Teniendo esto en mente podemos ver que la humanidad se encuentra en contantes patrones de interacciones que siempre o constantemente nos llevan a colisionar, entre los intereses de los individuos y los grupos sociales, por lo cual debemos concluir que el conflicto es endémico, es decir una forma inevitable de la existencia social puesto que los diversos contextos constituyen escenarios que reclamaban tal presencia, ejemplo los grandes conflictos internacionales, las continuas y continuadas guerras internas, el ecologismo, los conflictos entre los pueblos, pero sin ir tan lejos los conflictos entre familiares, parejas y entre las diferentes personas que habitan este planeta.
Por lo cual, todas las herramientas para la solución de conflictos son más que una opción una necesidad para cada individuo, esto al ver que el ser humano requiere o mínimo está llamado a la interacción social, por tanto le es imposible evitar el conflicto, con llevando a estar en constante choque entre los intereses ajenos con los propios, por tanto, estamos en la obligación de buscar soluciones a los conflictos que encontramos en nuestro camino, todo para lograr desarrollarnos a plenitud, ya que la vida sin conflicto es una ilusión que se desmorona con el desarrollo de nuestra practica social.
Los Conflictos conllevan una connotación, que no siempre es tema de debate pero que debemos traer a colación para el presente escrito, que define al conflicto como la divergencia, la contraposición de las necesidades y los intereses que están en disputa por recursos de cualquier naturaleza entre las personas, por ello desde esa perspectiva y en esa contra posición veremos que las partes en colisión pueden tener solicitudes ciertas, veraces a pesar de ser contradictorias y por ello mismo no menos validas. Con lo cual se expresa que si frente a un conflicto entre dos partes veremos posturas contradictorias, puesto que cada uno tiene intereses particulares o intensiones diferentes, por tanto para encontrar soluciones a los conflictos debemos tener siempre en cuenta que para cada parte su argumentación su solicitud y sus pretensiones suelen ser absolutamente cierta, y esto muchas veces no podrá ser cambiado, por más pruebas expresen que solo uno tiene razón la contra parte no querrá aceptar esa postura.
Desde estos planteamientos es que naces las soluciones judiciales, donde un tercero entiéndase el Juez o Magistrado entra a obligar a las partes a aceptar lo que la ley considera como la solución correcta al conflicto, esto siempre en marcado en un ordenamiento jurídico pre definido. Pero esta solución conlleva un problema practico y razón por la cual existen los mecanismos alternativos de solución de conflicto – MASC, que en países como Colombia donde nuestra sociedad es la litigiosa, entiéndase como una sociedad que tiende accionar el aparato judicial constantemente para obtener solución a los conflictos, llegan a puntos donde se satura el sistema obteniendo como consecuencia retrasos o demoras excesivas al conflicto que generan más problemas a las partes que soluciones, esto ejemplificado con la realidad que nos abruma en los juzgados como lo es que algunos procesos judiciales que están diseñados para ser terminados en no más de 6 meses tomen hasta 3 años para culminar.
Por tanto, la existencia de soluciones alternativas o caminos más céleres para dirimir conflictos son una necesidad de nuestra sociedad desde ese punto es que existe los MASC, que viene desde la norma a ser llamados como un método para descongestionar el aparato judicial, pero que no se limita a este aspecto como veremos, para ello debemos ver que existen dos clases de MASC los heterocompositivos y los autocompositivos, los primeros buscan que un tercero calificado, es decir capacitado para tal fin, decida por las partes en conflicto cual es la solución correcta, que en medida no se distancia de lo que es el aparato judicial entre estos mecanismos esta al arbitraje y la amigable composición; por su parte el segundo están vinculados los mecanismos en que las partes construyen la solución del conflicto entre ellas, bien sea con o sin la ayuda de un tercero que ayude a buscar la misma, entre los que se encuentra la transacción, mediación y la conciliación.
Estos mecanismos, enfatizándonos en los autocompositivos, están para formar soluciones de conflicto mucho más profundas, porque parten no del postulado de obligar a las partes aceptar la solución, como si lo hace el aparato judicial, sino desde la formación de la solución desde los intereses particulares de las partes, las cuales son llamadas e invitadas a formular soluciones que entiendan que ambos participes del conflicto tienen grados de verdad en sus argumentos, como se dijo anteriormente, que aunque tenemos puntos en desacuerdo pueden existir puntos en que se coincida y por tanto un lugar desde el donde partir para formular un arreglo.
Desde aquí y tomando como ejemplo, el que es el mecanismo más conocido, La Conciliación se nos ha mostrado que al reunir en una misma mesa a las parte en conflicto se pueden crear soluciones mucho más profundas y que diriman el conflicto de una manera mas orgánica, que no solo imponiendo sanciones o reparaciones económicas se puede solucionar las diferencias, esto porque dentro del trabajo del conciliador está el apoyar a las partes en la solución del conflicto oculto, que significa que en muchas ocasiones no siempre los asuntos en la mesa son los que realmente han configurado al conflicto, veamos como en ocasiones cuando hay conflictos familiares de infidelidades o similares se usan las pretensiones en obligaciones alimentarias como chivo expiatorio para lograr compensar psicológicamente el conflicto oculto, ahora en los negocios ocurre por igual, como ocurre en sociedades que los accionistas que tienen algún conflicto personal con el representante legal de la empresa inicia procesos de rendición de cuentas, derechos de petición excesivos y demás acciones legales para mostrar o expresar su animadversión para con esa persona.
Con forme a ello, vemos como la formación en MASC es un acierto, ya que es está dirección en nuestra formación que nos da herramientas vividas para reemplazar conflictos por soluciones orgánicas, que se forman de la interacción entre los intereses de cada parte en conflicto, los puntos en común y el ceder frente algunas de nuestras pretensiones. Por ello al ver que cada persona dentro de su formación académica, profesional, laboral y personal inicia su desarrollo con la intención de formarse como un ser apto lleno de habilidades, con la suficiente capacidad para encontrar soluciones en la mayoría de las situaciones que la vida les enfrente, pero que ahora desde las teorías del conflicto y con la ayuda de los MASC tenemos una tesis con la cual nos embarcarnos en la búsqueda de soluciones para los conflictos armónicas a la necesidades contemporáneos y sobre todo que logran una solución más profundas que cualquier otra solución.
En conclusión, los mecanismos alternativos de solución de conflicto nos dejan por entendido que no solo para nuestro desarrollo profesional sino para todos los momentos en nuestra vida las herramienta o mecanismo que nos ayude para la formación de soluciones son más que un apoyo son una necesidad y la formación de por los MASC siempre será una opción que nos brindara una formación de calidad y con una visión a futuro.
Rodrigo Sánchez Vargas.
Docente programa de Derecho en UNICERVANTES
Si te interesa recibir más información acerca del programa de Derecho haz clic aquí